¡Cuál
intrépido inventor de momentos imposibles, así marcha mi alma en alocado vuelo
hacia los confines del universo!
¡Y
vuelo, vuelo, vuelo, y no dejo de volar!
¡Sin
importarme la altura o la distancia, sencillamente echo a volar, por encima de
las nubes, de los pájaros, y de mis quimeras, porque sé que es la única manera
de algún día llegar!
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