miércoles, 7 de agosto de 2013

¡LA CUERDA DE LA VIDA!






Una pequeña e imperceptible “cuerda” soporta nuestro cuerpo, y lo soporta porque nosotros lo deseamos enfermizamente. Si esto no sucediese puede que estuviésemos paralizados, pero también puede que nuestra manera de movernos, de actuar, estuviese en correspondencia con la naturaleza de la cuerda que nos ata.