Domingo 27 de mayo de
2012
He despertado antes de
las siete de la mañana.
Hace calor. ¡Como siempre
en estas fechas! ¿No se por qué siempre digo lo mismo?
El dolor en el pulmón
parece que se ha marchado. ¿Serán los antibióticos? ¡He dejado el cigarrillo!
No quiero saber nada con la Parca, al menos por ahora.
Voy hacer algo de
deporte. Saldré con mi hija.
¡Haré algunas fotos!
¡Tengo que limpiar un
jardín! El de la abuelita.
El horario de evacuar se
me ha cambiado. Antes, como un reloj, me entraban los retorcijones al
despertarme. ¡Ahora lo mismo cago en la mañana que en la noche! Las reglas se
han hecho para romperlas.
El día anterior fuimos a
la ciudad. ¡Si sé que esto es un diario, pero es un diario diurno! ¡No tengo
comentarios para la noche! ¡Es decir, que al otro día, hoy, les cuento lo que
pasó ayer! ¡Es muy fácil! ¡Es un diario con un día de retrazo! ¿Comprenden? ¡Qué
cosas digo!
¡Para la información
vuestra, la ciudad continua en el mismo sitio de siempre! Es una locura tantos
coches que van y vienen...........
¡Cuándo comenzamos el
viaje, nos dimos cuenta que todos los coches venían en sentido contrario al
nuestro, y que nosotros éramos lo únicos en el otro sentido! ¡Por un momento
pensamos que había fuego!
¡Todas las cosas están
muy caras! ¡Comer es un lujo!
¡Un paseo familiar!
Venimos escuchando la música
de Macaco. Unas letras interesantes. ¡Una excelente opción Macaco!
¡Cuando llegamos a
nuestro refugio, nos relajamos! ¡Uno se acostumbra a la tranquilidad, las cosas
las podemos ver desde otro punto!